Nos viene bien a todos un recordatorio del motivo básico que origina
esta fiesta, para que siempre lo tengamos en cuenta. En este sentido, Aran
Canarias tiene en su Blog unos apuntes que, a la vez, ha obtenido de la documentación
que maneja La Peña
del Barro, de feliz creación hace unos 20 años, para notoriedad de la Atalaya y para rescate y
pervivencia de nuestras Tradiciones Canarias. De estas fuentes se nutre el
presente recordatorio, en los términos siguientes:
Este arte de la
Alfarería , atrajo a
mediados del siglo XIX a muchos
turistas, principalmente del Norte de Europa, por lo cual el nombre de nuestro
Pueblo, desde entonces es conocido
internacionalmente. El Monte como residencia y la Atalaya como foco de
atracción, se convierten en ICONO y CUNA
del turismo de Gran Canaria. Con el paso del tiempo, otras tecnologías van
desplazando la actividad alfarera. Ello no obstante, a partir de los años 80
del siglo pasado, el oficio y el interés por el mismo se mantiene gracias a la
asociación ALUD, conectada con Panchito el Alfarero y Mantenedor
del CENTRO LOCERO de la Atalaya y a la actividad
de la Última Alfarera, María Guerra Alonso.
Es tan grande lo que acabamos de describir que ningún Talayero deberá
nunca estar ausente a lo que se haga por mantener viva la tradición y por
seguir exhibiendo a nuestro Pueblo Canario y al Mundo entero tan gran legado.
Por lo mismo, los que primero iniciaron la Fiesta y siguen manteniéndola, tienen un mérito de grandes dimensiones, mereciendo
la cooperación de todos los Talayeros y de gentes de otros lugares, para la
conservación de tantos valores tradicionales que contribuyen a que la Atalaya siga presente en
Canarias y en el Mundo. Por tanto, honor y gloria a todos los que han trabajado
en esta tan importante tarea desde hace ya 21 años y a los que también este año
la han hecho posible.
El 3 de julio, bajo el título de MÁS QUE PALABRAS, el Encuentro de Verseadores.
Lo gocé en plenitud. Nuestro Gran Yeray Rodríguez, y nuestros Grandes la Familia Paco Ramos, José María
Dávila y Expedito Suárez, propiciaron ese GOCE para todos los congregados que
rebosaban el Patio del Centro Locero. Yo salí de allí convencido de que, a
partir de este año, esta actividad del programa se convierte en un CLÁSICO del
Punto Cubano por el que van a tener que pasar todos los berseadores y todos los
aficionados a esta señal de Identidad que provengan de la Atalaya , Sataute, Gran
Canaria y Canarias y todos los propagadores de la misma en los Países
Sudamericanos, más vinculados a nosotros por las migraciones entre Canarias y
América. El éxito además de los verseadores Uruguayo y Argentina, buen gesto de
Yeray para universalizar nuestra cultura, que tanto nos emociona, dio al acto
de esta fiesta un renombre Talayero por el que seremos recordados en los Países
Sudamericanos que recibieron a nuestros inmigrantes históricos. Este hombre y
mujer, lamento no recordar sus nombres, cambiaron, en mi opinión, el título del
programa por otro que podría ser Y TAMBIÉN PALABRAS: su testimonio, no cantado
ni decimado, fue emocionalmente impactante para todos los que tuvimos la
suerte, aquella tarde, de escucharles. En medio de tantos sentimientos de
atalayaneidad y canariedad, sucedió la rifa del lechón, en mi ausencia, porque
al día siguiente, temprano, marchaba al Hierro, dejando a Javier el Concejal,
el de Eloísa, el encargo de mis números comprados y agradeciendo que
publicitara que el premio me pertenecía.
El jueves, 4 de julio, La Ronda Musical. Un
año más volvió por las calles de la Atalaya.
Tres años lleva ya la Parranda del Club de Mayores participando en la
misma. Yo mismo colaboré, por encargo de los comisionados, el día anterior en
contribuir a los preparativos en la
Casa de Doña Eloísa. Precisamente élla, su marido el Señor
Carmelo y restantes familiares se encargaron de entrenar el precalentamiento de
la Parranda ,
agasajándoles con enyesques y correspondiendo ellos con piezas de su
repertorio. Este ambiente, en El Estanco, que se crea todos los años, va camino
de ser algo que tendrán que celebrar la generosidad de este matrimonio y sus
descendientes. Ya preparados, desde allí, desde la Concepción , arrancó La Parranda San Antonio,
dirigida por Raúl Martín Pérez. Enriquecida la Ronda por la Agrupación Folklórica
Las Goteras, cuya participación hace honor de amor a su Pueblo Talayero, que
inició su recorrido en la Plaza de la Iglesia. Todo el Pueblo vivió
un día de parranda callejera, como las que se usaban en tiempos antiguos. Al
final del recorrido encomendado a cada agrupación folklórica, las dos se
encontraron en el Camino a la
Picota , frente a la Asociación de Vecinos Cataifa y el Bar de Pepe, interpretando
conjuntamente varios temas, tras los cuales prolongaron el encuentro en la Planta Baja del Bar Juancito,
disfrutando todos juntos del comensalismo y la canción que nos recordaban los años
anteriores.
El viernes, 5 de julio, LA GUISADA
DEL BARRO. Gustavo Rivero, de la asociación de Loceros ALUD y
Nicolás Díaz de Aran Canarias volvieron a encargarse un año mas de la Guisada
en el Viejo Horno, este año además se sumo con equipo de megafonia Canarias Eventos.
Con menos participación que otros años, no faltaron los ingredientes esenciales
de la actividad: un buen fuego con leña bien seca y preparada desde años antes
para el caso y una comida especial para aprovechar el calor del guisado: piñas de millo que, como en años anteriores,
dieron gusto al paladar de los asistentes. Sucedió que una de las familias que
estuvieron el año anterior, sus descendientes, dos niñas, estuvieron expectantes
a que las piñas estuvieran, para disfrutar lo mismo que el año pasado. Con esta
fidelidad, lograremos que la gente de la Atalaya entienda que LA GUISADA es el momento
íntimo de la fiesta, que tiene que seguir ganando concurrencia. Si falta LA GUISADA y tenemos
EMBARRADA, tendremos fiesta para la
gente de fuera, pero no tendremos fiesta para la gente de dentro. Por eso LA GUISADA ES UNA PARTE ESENCIAL
DE LA FIESTA TALAYERA.
DEL BARRO
Para los Talayeros es importante
que el Día de la EMBARRADA
venga gente desde otros lugares de Sataute, de Telde, Tinamar, Las Palmas y
otros lugares de la Isla. Pero
que no venga demasiada gente para que no se produzcan desmadres. Los
organizadores quedaron contentos, según tuve ocasión de sondearles por
teléfono, porque ese día no estuve presente. No demasiada gente, tampoco
escasos asistentes. Estuvo bien. El Ayuntamiento también cumplió con sus
agüeros, para duchar a tanta gente y arrancarles el barro de las pieles
desnudas de sus cuerpos embarrados.
Un año más se celebró el BARRO. Algo tan poco útil y tan necesario
según sean los casos. Para nosotros el BARRO, desde hace miles de años, era muy
importante; y hoy, como en los años venideros, seguirá siendo importante, por
el bien que nos hace a todos rememorar esta tradición. Colaborar con ella el
próximo año y todos los venideros es obligación de todos y cada uno de los
TALAYEROS. Es recordar a un pueblo, el nuestro, que aquí vive desde hace más de
dos mil años.
¡Gracias Comisión de Fiesta de la
XXII TRAÍDA DEL BARRO!