lunes, 1 de julio de 2013

APUNTES SOBRE LA FIESTA DE CRUZ DEL GAMONAL





En tiempos anteriores, estas fiestas del Sagrado Corazón de Jesús eran muy concurridas por los vecinos y por las poblaciones cercanas de Tinamar y el resto de Sataute. Es lo que me comentaban algunos de los participantes en los actos festivos del Gamonal Alto. También me comentaron un hecho bastante insólito pero con muy buenos resultados para la fiesta y el Pueblo: En una ocasión rifaron un POTRO. Los números de la rifa costaban 500 pesetas; cantidad muy alta para aquellos tiempos. Pero, poder tener la suerte de conseguir un potro por esta cantidad, bien merecía la pena. El éxito de recaudación fue altamente satisfactorio, de manera que también contaron con excedentes para reparar el patio del Centro Social de la Vecindad. También en tiempos anteriores se celebraban muy buenas ferias de ganado, principalmente vacuno y caprino, así como obras de teatro costumbrista, representadas por los mismos vecinos, exhibiendo muy buenas maneras en estas artes. Hay pues recuerdos muy satisfactorios de las fiestas de otros tiempos, no muy lejanos.


En estos días he notado que una de las atracciones de esta fiesta es el CABALLO que también  cuenta con aficiones importantes en otros barrios del Municipio. El 15 de junio se celebró la Carrera de Cintas a Caballo. Atrapar la cinta, enrollada en un cable alto, montando a caballo, resultó muy divertido. Había jinetes con gran destreza que atrapaban la cinta con mucha frecuencia, gracias a la precisión en ajustar el puntero. Otros, tenían menos éxito, por lo que el logro ocasional era especialmente celebrado por él y por el público. Y otros, apenas lograron precisar en muy pocas ocasiones, pero contribuían a la diversión de todos con la gracia que daban a su mala puntería. Para muchos que, como yo, tenemos poco conocimiento del arte de la equitación, experimentábamos admiración por el dominio y acoplamiento que producían caballo y jinete.

El interés por los caballos logró aún una más entusiasta concurrencia en la Carrera. Fue el 23 de junio. Eran sólo ocho caballos, en parejas de dos en dos, cuatro carreras. Bastante antes de que empezase el desafío, la ladera cercana a la meta estaba repleta de enfervorizados aficionados. Había tres puntos principales para la observación, si exceptuamos la salida que contaba con un campo visual muy escaso: a unos doscientos metros del estanque techado, donde estaba la salida, había un buen trecho en el que ya se apreciaban las distancias; el punto cercano a la llegada, cuando asomaban entre las casas; y el punto concreto de la llegada a meta. En todas las carreras pudimos apreciar la valentía del caballo y del jinete. Pero en dos carreras, se exhibió un mucho mayor espectáculo de competencia. En estas dos  los equinos aparecieron entre las casas cercanas a la meta con una cierta distancia. Pero fue allí donde la Blanca, en un caso, y la Negra, en otro, aceleraron visiblemente su marcha y alcanzaron a su respectiva pareja poco antes de la meta, en un caso por menos de medio cuerpo. El público lo disfrutó, independientemente de quién fuera el ganador. La admiración de todos fue las ganas de ganar que apasionaba los cuerpos de caballo y jinete en la lucha por llegar el primero.

 Ojala esta fiesta mantenga su fervor a los ejercicios caballares, de modo que se mantenga como una señal de identidad de las Fiestas de la Cruz del  Gamonal. Y, a fe, que esto va a seguir siendo, porque allí estaban los que en otros tiempos hicieron lo mismo; porque allí estaban unos cuantos muchachos del pueblo, que tenían entre 20 y 30 años, entusiastas cuidadores de caballos; y allí estaban los chiquillos queriendo fotografiarse con su padre, su madre, sus hermanos y el caballo. Pero, además de esto, El Sagrado Corazón del Gamonal, cuenta con una ferviente feligresía que en la Función Eucarística desafió a la lluvia y en la Procesión elaboró un espectáculo de fuegos artificiales en todo el recorrido del Cortejo Procesional. Pero, además, esta fiesta congregó en la Verbena del viernes a mucha gente. Yo no estuve, pero me lo comentaron vecinos del lugar al encontrármelos en el Centro Urbano de la Villa y me lo comentaron también en  San Mateo, el sábado por la mañana, vecinos de allí que habían disfrutado la Verbena del Gamonal Alto, la noche anterior. Lamento haberme perdido la Ofrenda - Romería del sábado 22 de junio que, según me dijeron algunos que la disfrutaron, fue a satisfacción de todos, por reproducir un buen ceremonial y por lograr muy buenos resultados para las familias que, en estos momentos más lo necesitan. El regocijo de los representantes de Caritas Parroquial fue tan evidente que, casi lo podías tocar con las manos. Al fin y al cabo lo recolectado mejoraba las despensas y producía un poco de descanso al personal de esta institución solidaria, en momentos, de por sí, tan agobiantes.


Estas cosa tan buenas suceden en un Pueblo porque hay una tradición desde muy atrás, porque hay una Directiva que se lo curra, coordinados por la Presidenta Doña Ana, porque los gamonalenses  colaboran con ganas y porque cuentan con alguien como Pancho Gutiérrez que, en el momento oportuno, grita ¡VIVA EL SAGRADO CORAZÓN!. Grito de todo el Pueblo y que es tan sólo el deseo de que esta fiesta siga celebrándose año tras año. Y debe ser así, porque si la fiesta sigue viva, vivirá el pueblo, pero, si desaparece, es la señal de que el pueblo ha entrado en el olvido. Los recuerdos que provienen de fiestas anteriores me los han transmitido algunos antiguos dirigentes vecinales como Manuel González y Santiago Déniz. Los actuales dirigentes de la Comisión de Fiestas, estarán, sin duda satisfechos. A la vez habrán reflexionado sobre fallos que habrán podido tener, para corregirlos en las fiestas de 2014, en las que ya estarán pensando. Yo creo que muchos estarán conmigo que se merecen nuestras FELICITACIONES.

Pueblo del Gamonal que nunca podrá entrar en el olvido porque viene desde muy atrás, como lo demuestra el yacimiento de los Primeros Canarios aquí datado por nuestros historiadores. Aquí vivieron nuestro antepasados, los Primeros Canarios, antes de que otros llegaran desde Europa.

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