Escribo esto el martes siguiente del domingo electoral. El PP ha tenido un gran éxito. El PSOE un gran fracaso. Nosotros logramos colocar a uno de los nuestros en Madrid. Verán ustedes que a Pedro Quevedo, el Médico, lo vamos a conocer bien por sus intervenciones en el Congreso español en defensa de Canarias, haciendo patria; de los diputados del PP y del PSOE no sabremos nada porque, en temas de Canarias, serán nulos en Madrid.
Ya era mediodía. Estaba repartiendo propaganda electoral de Nueva Canarias en la zona de Las Meleguinas, cerca de la calle Juan Masieu. Pasó un amigo que conducía un furgón y me espetó la siguiente frase: ¿Qué, José Luis, haciendo patria? Le contesté que sí. Él con la misma siguió; en el cristal trasero de su furgón había una pegatina: “ser canario es un orgullo”.
Yo seguí casa por casa y, mientras, pensaba: en verdad estoy haciendo patria, porque Canarias necesita diputados nacionalistas en Madrid para que sea tenida en cuenta. Esta tierra para todos los canarios es su patria. Para uno “patria chica”, como decía Pérez Galdós; para otros patria sin más, como es mi caso.
Empecé la mañana en la Vuelta del Molino de los Naranjos. Subí todos los caminos de la ladera de Angostura. Ya los conocía, pero comprendí más la dificultad de los vecinos que, para llegar a su casa, tienen que subir su camino varias veces al día. Una pareja de amigos me invitaron a tomar café. Serían las 10 de la mañana. Acepté y se lo agradecí. En la conversación él alaba mi comportamiento. Repartes propaganda, pero, además, de esta manera te acercas mucho más a la gente, a sus problemas y a sus dificultades, estás cerca, que un político tiene que ser cercano. Le reiteré mi agradecimiento y seguí mi camino.
Estando cerca, no sólo ves mejor los problemas, sino también las cosas buenas de la gente. Al final de una de las escaleras hablé con un señor que llegaba con la compra. Subir cargado con la compra debe ser duro, comenté. Pero llegas a casa, dijo. Y, además, continué, tiene estos lugares tan arregladitos. La dificultad se compensa con la naturaleza cuidada, terminó diciendo el vecino. En verdad flores muy vivas rodeaban el entorno de las viviendas de tal manera que daba gusto estar allí. Lo mismo me pasó el día anterior en la Montañeta de la Plaza de Doña Luisa. Los vecinos que habitan las últimas viviendas tienen el espacio muy atendido de modo que puedes disfrutar tranquilamente de la belleza de la botánica canaria, del berol y la tabaiba.
Nuestra gente, es muy respetuosa. Otra vez lo pude percibir al caminar por las calles del Centro Urbano, por la urbanización que llamamos de los Italianos y del Palmeral, por todo el Camino de los Olivos, hasta el Camino del Colegio, La Urbanización y calle los Lentiscos. Por cierto en esta Urbanización pude descansar y relajarme un poquito en el Parque Central, que está estupendo. Por cierto, ¿por qué no tenemos parques similares en los barrios de la Atalaya o Los Llanos de María Rivera? Como mi caminar por los barrios de la Villa, por ejemplo en El Molino, era mañanero, siempre tenía la preocupación de molestar a los vecinos. Me acercaba muy quedamente al buzón y, sin que se notara mi presencia, dejaba mis papeles; no muchos para disminuirles mis molestias. Siempre pienso que alguno se alegrará de mi paso por el lugar, pero que otros me soportarán con paciencia; incluso, alguno se revelará contra mí, lo que me resulta comprensible.
En Portada Verde volví a contemplar el Barranco del Gamonal, la Presa y el precioso pequeño Acueducto. Para acercarme a un grupito de unas cuatro viviendas atravesé un sendero muy estrecho que, cuando llueve, los que lo transitan se llenarán de barro. Hablé con un vecino. Los políticos llegan aquí sólo cuando hay elecciones, me dijo. Yo encajé el golpe, porque mi obligación es encajar; sobre todo cuando tienen razón. Es este el dato que les hemos dado: hacer lo que sea buscando el voto, y después olvidarles. Yo podré demostrar durante el tiempo que queda para las próximas elecciones que cada vez estaré más cerca de todos los vecinos de Santa Brígida, y así lo vengo haciendo desde que, en Mayo pasado, fui elegido concejal. Gran Parada, Buena Vista, Camino de la Vinagrera en el Madroñal. Allí nace un sendero que conduce al Lugarejo. Andando por este lugar, el vecino con el que hablo me señala el mal estado del sendero. El hombre era de tan buena voluntad que me insistió: “consíganos el material, que nosotros los vecinos nos ponemos de acuerdo y lo reparamos. Bien merece que le hagamos caso.
El Gamonal tiene para mí una fuerte atracción paisajística; pero, además, porque dicen los libros que es aquí donde se encuentran las primero vestigios de nuestros antiguos canarios satauteños. Todavía no tengo localizados esos yacimientos. Cerca de allí, los vecinos de la calle Acequia de Tafira y el Molino tienen un asunto complicado: no tienen donde aparcar y están algo alejados de la carretera. Es un problema que tiene que tener solución municipal y vecinal.
La toponimia de nuestro territorio municipal es muy abundante. Aparte de lo ya nombrado, no podemos dejar atrás a Lomo Lucas y las Casas, Hoya Bravo donde hay una extraordinaria vista panorámica del Barranco Alonso (la finca de la Marquesa) y Hoya Chiquita, Casa Castillo, el Paraíso, Las Casillas, Gargujo y Castaño Bajo. Todo ello visité uno de los días de campaña, terminando cansado de tanto ajetreo, pero satisfecho de gozar del paisaje cercano y la conversación con la gente que encontraba. También trabajamos en Llanos de María Rivera, el Roque y el Piquillo en donde, necesariamente, la conversación con la gente es mucho más frecuente; me dijeron que éramos los únicos que habíamos ido por allí en campaña electoral.
Puedo decirles amigos que casi todos los buzones o los quiciales de las puertas del territorio municipal tuvieron mi visita de campaña. Me faltó una presencia más generalizada en cuesta la Grama, La Concepción, la Atalaya, las Goteras, la Culata, Bajo Risco y la Cordillera. Y el trabajo en Pino Santo Alto y Bajo fue muy fugaz. En cualquier caso he querido y conseguido patearme todos los caminos, carreteras y escaleras de todo el municipio. A juzgar por los resultados electorales, con poco fruto de votos; pero para mi satisfacción de concejal, con muchos resultados de cercanía a nuestra vecindad.
Escribo esto el martes siguiente del domingo electoral. El PP ha tenido un gran éxito. El PSOE un gran fracaso. Nosotros logramos colocar a uno de los nuestros en Madrid. Verán ustedes que a Pedro, el Médico, lo vamos a conocer bien por sus intervenciones en el Congreso español en defensa de Canarias, haciendo patria; de los diputados del PP y del PSOE no sabremos nada porque, en temas de Canarias, serán nudos en Madrid. La verdad es que no sé qué piensan los votantes canarios, eligiendo a 9 diputados del PP y cuatro del PSOE. Y tan sólo dos diputados nacionalistas. Los catalanes y los vascos sí que saben lo que tienen entre manos: los catalanes tienen 19 diputados nacionalistas frente a 28 centralistas. En el caso de los vascos la presencia es mucho mayor: 11 nacionalistas frente a 7 centralistas. Son más listos que nosotros. Y nuestros partidos nacionalistas canarios hemos desarrollado una muy floja tarea. A ver si cambiamos.
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