sábado, 24 de noviembre de 2012

EL ALCALDE DE LA VILLA, EN EL ÚLTIMO PLENO, MUCHA OBSTINACIÓN, MUY FALTO DE TALANTE DEMOCRATICO Y CON MUCHA MALA EDUCACIÓN.



Un político tiene que saber escuchar y, más aún, actuar democráticamente. El caso de Lucas Bravo es de incapacidad total para ello.   

El pasado 20 de noviembre estuve en la Comisión Informativa de Hacienda, de la que soy miembro, para abordar principalmente los Presupuestos Municipales. Al terminar la reunión,  pedí a la Interventoras el CD que contiene todo el Presupuesto; me contestó que no podía dejármelo. Le discutí el tema;  pero, nada. Así es que me enfrasqué con el tocho presupuestario de más de 250 páginas, copiando las cifras a mano, como un amanuense del siglo XVI, cuando resulta tan fácil apretar un botón de su ordenador y copiarlo en mi correo electrónico, o copiarme un CD. Así estuve la mañana del 20, trabajando en la mesa que, como pupitre de castigo, tienen colocada en el pasillo de la Secretaría General.



Cuando debía marcharme, a las 14 horas, recibí la Convocatoria del Pleno. Los demás compañeros tuvieron que esperar a esa tarde y noche para recibir esta citación. La funcionaria me comunicó, además,  que el CD podía ser retirado por el Portavoz de cada Grupo, previa solicitud por escrito. Son manías que tiene el Alcalde, siendo muy reticente a entregar la documentación que  corresponde a la oposición. De negarme el CD tres horas antes y el facultar ahora la entrega al portavoz hay un cambio, que, sin duda, han tenido que estar reconsiderando, entendiendo que había poco tiempo para el estudio de los Presupuestos. Así las cosas, aunque los asuntos se podían consultar en el pupitre de la Secretaría, y allí estuve yo hasta la mediamañana del 21, la oposición sólo contaba con día y medio para estudiar los presupuestos. En lo que a mí respecta, al recibir el CD, marché a casa y estuve en el trabajo de los presupuestos en lo que quedaba del día 21 y durante todo el 22.



Lo cierto es que los presupuestos tienen más de 250 páginas y su mera y atenta lectura resultaba insuficiente para preparar mi intervención en los Plenos y mi posición ante los mismos. Esta documentación la trabajamos en el Partido con la implicación de los compañeros, y la aprobación de las enmiendas que vamos a llevar al Pleno, como no podía ser menos, tratándose de la norma principal de la actividad municipal. Además en ocasiones surgen interrogantes de tipo contable, jurídico o informativo que precisan sean aclarados por el asesoramiento de otros colaboradores. Si yo actuara sin responsabilidad, no me tomaría estos asuntos con tanta seriedad. Esto es lo que pretendía el alcalde; que actuáramos casi sin leerlos. Pero a mí eso me parecía irresponsable y muy poco decente. Era necesario contar con más tiempo y el Alcalde había hecho una convocatoria ciertamente legal, pero reducida al mínimo. Era imposible tomar posturas serias y responsables, contando tan sólo con tres días.


Los demás Concejales de la Oposición estaban viviendo la misma experiencia que yo, por lo que entendimos que era necesario solicitar al Alcalde el retraso de la convocatoria hasta dentro de una semana. Así lo pidió por escrito el PSOE el día 22. Y así lo solicitamos al Alcalde en el salón de Plenos al anunciar el Presidente el debate sobre el punto de los Presupuestos.  El Secretario suplente, argumentó la legalidad de la convocatoria, lo que toda la oposición admitía. Pero una cosa es aprobar la ejecución de una obra y otra es aprobar los presupuestos. El Alcalde tenía que ser comprensivo con la dificultad que teníamos. Pero no; se enrocó como una morena en la legalidad de su  decisión y ni permitió siquiera nuevas intervenciones, como la mía, que pretendía explicar el problema y las dificultades que entrañaban su obstinación. No tuvimos más remedio que abandonar el Pleno ante postura tan irracional del Alcalde. La Mesa Plenaria quedó vacía de Oposición y el Alcalde quedó sólo con su gente del PP.

El comportamiento del Alcalde de Santa Brígida dificulta el ejercicio de la democracia. Su comportamiento en este caso lo demuestra una vez más: Da poquísimo tiempo para que la oposición trabaje los presupuestos; muy a regañadientes, entrega, con menos tiempo todavía, la documentación informatizada; cuando la Oposición, con formas muy educadas, le pide el aplazamiento, de ninguna manera acepta, siendo incapaz de comprender y, ni siquiera, escuchar las razones de lo que se le pedía. Un político tiene que saber escuchar y, más aún, actuar democráticamente. El caso de Lucas Bravo es de incapacidad total para ello.   

Es razonable que el Alcalde quede muy molesto con nuestro abandono. El nivel de su molestia queda medido por las palabras que dijo tras nuestra marcha. Hubiese sido razonable resaltar las razones de su comportamiento, como hicimos la Oposición en nuestro caso. Pero no, el Alcalde, de nuevo echó, espuma por la boca. Otras veces ha actuado con mala educación. Pero en esta ocasión más que nunca.

El Alcalde me acusa de irresponsabilidad cuando digo que abandono el Pleno. Yo, en cambio, digo que mi verdadera responsabilidad está en abandonar. ¿Cómo digo que sí, no o me abstengo si no he tenido tiempo de trabajar los presupuestos con mis compañeros y los que me asesoran? Qué enmiendas puedo presentar, en estas condiciones. Mi pronunciamiento, en estos casos, sí sería irresponsable; más aún, indecente. Sí es irresponsable el comportamiento del Alcalde cuando incita a la Oposición a actuar ante los Presupuestos con pleno desconocimiento de los mismos. Tampoco puede entender la responsabilidad de los Concejales del Grupo de Gobierno, porque sería muy saludable para todos que contestaran a mi pregunta ¿quién de los Concejales del Grupo de Gobierno conoce de verdad los presupuestos? Se callarán, como suelen, no dirán nada. Yo me atrevo a contestar: el Alcalde y la Concejala de Hacienda; sólo estos dos Concejales del Gobierno conocen los presupuestos. Las demás han votado sin saber lo que hacían. Eso sí es irresponsabilidad

Es muy lamentable en nuestro Alcalde su falta de talante democratico y que le sobre mala educación. Cuando yo era Diputado del Parlamento Canario, su Padre era Presidente de aquella institución. A pesar de que él era del PP, yo le cogí mucho aprecio, por su manera de actuar con todos los diputados. El mismo Lucas Bravo conoce del aprecio que tengo a su padre, ciertamente no por sus ideas, sino por su manera de relacionarse. Pero, Alcalde, no puedo decir de ti lo mismo. Lo lamento; pero tus actuaciones dificultan mucho el ejercicio de la democracia en nuestro municipio, sueltan un muy desagradable tufo de mala educación y es irresponsable y fomenta la irresponsabilidad ante la seriedad que se merecen los Presupuestos Municipales. Es lo que tenemos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Según termino de leer este articulo solo me queda decir, he aquí educación respeto sinceridad un autentico responsable en su cargo, lastima que no le conociera cuando se presentó a las elecciones, pero si vuelve a presentarse tiene mi voto y el de toda mi familia, porque es lo que quiero que me represente y me da igual al partido que pertenezca.